¿Qué es lo que nos atrae de Christian Grey?

A priori, la respuesta más sencilla a esta pregunta sería “de Christian Grey nos seducen sus 50 sombras”; pero … ¿en serio son sus sombras lo que nos atraen de este personaje?

Grey aparece como el hombre perfecto: joven, guapo, inteligente, exitoso y terriblemente millonario. Con estas características ya podríamos catalogarlo como “El hombre del año” y cualquier mujer podría caer rendida a sus pies. Pero, una vez nos hemos rendido a sus encantos, ¿os imagináis que fuera aburrido en la cama?

Evidentemente, Grey es de todo menos aburrido. Sus cincuenta sombras le han llevado a una visión del sexo más allá del contacto entre dos cuerpos para darse placer.

Cada uno, tomamos las cosas en función de lo que hemos vivido y aprendido y, en el caso de Grey, su pasado le marcó tan profundamente que vuelca todas sus sombras en el sexo, convirtiéndolo en un juego, mezclando dolor, placer y posesión.

Se dice que muchas mujeres han descubierto el BDSM a través de esta trilogía y, aunque casi todo el mundo ha escuchado alguna vez hablar de sumisión, no siempre se nos ha contado con tanto detalle el funcionamiento de una relación así. Los detalles que se cuentan en el libro nos transportan a la “sala de juegos” y nos hacen vivir las sensaciones que Anastasia vive cuando entra allí y lo que experimenta cuando Grey utiliza diferentes juguetes que la transportan a un mundo de placer desconocido hasta entonces.

Y la verdad es que, sin entrar en la relación amo-sumisa que Grey propone y lo que cada una pueda pensar al respecto, ¿cómo no va a resultar excitante imaginar al “hombre perfecto” ejerciendo posesión sobre nosotras?

Pero lo que realmente seduce de la historia es el triunfo del amor. Dentro de la dureza aparente deChristian Grey existe un hombre capaz de enamorarse y de vencer sus sombras. Y chicas, seamos sinceras, ¿Quién no ha soñado alguna vez con enamorar al hombre perfecto y que, además, nos haga disfrutar en nuestras relaciones sexuales?

Y, una pregunta más… ¿te atreves a probar alguno de sus “juegos”?

Extraído de: Elviserótica