
La orden indicó que las copias podrían volver a las estanterías si se precintaban de forma adecuada para que los niños no tuvieran fácil acceso a ellas, informó la cadena BBC de Londres.
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, el juez Raphael Baddini de Queiroz actuó tras ver a un grupo de niños reunidos ante una vitrina de una librería donde los libros de contenido erótico eran mostrados.
Fuente: Panorama
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